March 10, 2011 | La Opinión | Articulo original

Bell inicia una nueva era

Integrantes del recién electo Concejo municipal de Bell indicaron ayer que tan pronto tomen posesión comenzarán de inmediato a atacar el problema presupuestario de la ciudad, los altos impuestos y, muy probablemente, la selección de un nuevo administrador que sustituya al interino Pedro Carrillo. "Vamos a buscar a un nuevo administrador. Eso seguro", dijo uno de los concejales electos, Ali Saleh.

El nuevo Concejo, que tomará posesión tan pronto se certifiquen los resultados de la elección, estará formado por cinco completamente nuevos integrantes, tres de los cuales pertenecen a un grupo apoyado por el Sindicato de Policías (Bell POA). Estos son Saleh, un comerciante de origen libanés (Bell tiene una pequeña pero activa comunidad libanesa); Violeta Álvarez, inmigrante de origen mexicano que es trabajadora social, y Danny Harber, retirado, panadero de oficio durante buena parte de su vida.

También electo fue Néstor Valencia, quien trabaja en el ramo de la salud y fue fundador de Bell Residents Club, un grupo que desde hacía tiempo intentaba organizar a la comunidad para enfrentar los abusos del anterior Concejo. La joven abogada Ana María Quintana fue la quinta concejala elegida el martes. Para Quintana, la prioridad absoluta es el estado financiero de la ciudad. "Lo primero que me gustaría hacer es un análisis completo del presupuesto de la ciudad, entender lo que se está gastando y por qué", dijo.

El administrador interino, Pedro Carrillo, quien tomó posesión del manejo diario de la ciudad desde que se destapó el escándalo de los altos salarios y la corrupción bajo el anterior administrador Robert Rizzo, no contestó ayer a llamadas de La Opinión. Carrillo dijo recientemente a la reportera que "estoy listo para rendir un reporte final y retirarme".

Aún hay preguntas sobre el proceso de toma de posesión del nuevo gobierno, ya que no hay un Concejo en funciones que certifique la elección como lo manda la Carta Constitutiva de la ciudad. Los concejales que aún están en funciones y, al mismo tiempo, están bajo proceso de tribunales por corrupción, tienen una orden judicial de no acercarse físicamente al cabildo de la ciudad.

Jamie Casso, abogado de la ciudad, tampoco respondió una llamada de La Opinión para hablar sobre los detalles legales de la transición. Según la Secretaría de Elecciones del condado que condujo los comicios, los resultados oficiales estarían listos el 22 de marzo, y la encargada de certificarlos es la Junta de Supervisores del condado.

Algunos de los electos hablaron de la necesidad de revisar contratos que cuestan un dinero excesivo a la ciudad, como el de la basura y el de transporte de personas mayores, en manos de Oldtimers Foundation, una organización no lucrativa antes dirigida por el ex alcalde de Bell, George Cole, quien está siendo procesado por corrupción, como otros ex colegas.

"Yo quiero saber...¿todavía están pagando 35,000 dólares mensuales por un servicio que no sabemos qué tan eficiente sea?", dijo ayer Saleh. Una de las grandes preguntas en Bell es qué hacer con el Departamento de Policía, cuyos salarios y presupuesto ocupan más de la mitad del presupuesto municipal y en momentos en que el plan de gastos presenta un déficit importante. Cuatro de los candidatos elegidos ayer fueron respaldados de alguna u otra manera por el Sindicato de Policía (POA) y tres de ellos se beneficiaron por actividades o fondos de campaña de ese sindicato.

La organización se congratuló en un comunicado, en el que decía que la elección había sido "una gran victoria para Bell y la Asociación de Policías de la ciudad". Hilda Delgado, portavoz de la campaña Justice for Bell, cuyo candidato Néstor Valencia fue elegido para el Concejo, dijo que la de ese grupo "fue una campaña del pueblo, con puro trabajo voluntario y no una bien financiada, como la del otro grupo".

No obstante, Justice for Bell sí estaba bien financiada, por 60,000 dólares de un acomodado empresario del Valle de San Fernando. Bell POA habría gastado al menos unos 40,000 dólares para empujar la campaña de Saleh, Álvarez y Harber, quienes también tuvieron apoyo de sindicatos. Valencia no respondió a una solicitud de entrevista hecha ayer por La Opinión. La Oficina de Elecciones del condado indicó que la asistencia a las urnas fue del 29.76% de los votantes, lo cual no parece mucho pero es el triple de lo que suele atraer una elección municipal regular.

BASTA, el grupo formado por miembros de la comunidad y con el respaldo del Sindicato de Policía, que hizo la mayor parte del trabajo organizativo para lograr la destitución del antiguo Concejo, ahora se concentrará en la reforma de la Carta Constitutiva de la ciudad, indicaron sus portavoces. "Nuestro nuevo enfoque será la reforma y asegurar que sí existe transparencia en el gobierno de Bell", dijo Cristina García, de BASTA.

 

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