October 18, 2010 | impreMedia | Articulo original

Carly Fiorina busca el voto de hispanos

WASHINGTON, D.C.— Carly Fiorina ahora brinda con tragos de tequila. La candidata al Senado por California y ex ejecutiva empresarial de 56 años, está apostando por un triunfo en noviembre, a pesar de que las encuestas muestran a su contrincante a la cabeza. Más que en ninguna parte, el voto hispano es clave en el estado. Sin embargo la pregunta es si la candidata republicana será capaz de capturarlo.

Junto a Meg Whitman, Fiorina celebró la semana pasada, con el tradicional licor mexicano, en los premios Hispanic 100 Lifetime Achiement. Algo nuevo, al menos en el aspecto público de esta candidata.

Fiorina entró en la lucha política de California, después de desarrollar una larga carrera en la empresa privada, llegando a ser directora ejecutiva de la empresa Hewllett-Packard, cargo que ocupó hasta el 2005.

Licenciada en filosofía e historia medieval, con un postgrado en negocios y otro en administración, comenzó su vida profesional trabajando como secretaria. Con los años y el entrenamiento necesarios, llegó a dirigir una de las compañías que la empleó.

Sin embargo, de un récord político es poco o nada lo que se puede decir. Esta es la primera vez que se somete a la elección popular. Una opción de vida que parece gustarle. "Dirigir una campaña ahora significa despertar en un hotel diferente todos los días. Pero lo disfruto mucho. Me gusta conocer a diferentes tipos de personas", cuenta.

En el aspecto personal asegura que su marido la acompaña. "Hemos estado casados 25 años. Su presencia hace más gratos los días en terreno", dice.

Consultada respecto a qué tipo de senadora pretende ser, en caso de ganar, Fiorina insiste en que hay ciertas áreas en que cruzará el pasillo, como la crisis en el suministro de agua en California, la creación de un programa temporal para trabajadores inmigrantes y medidas para incentivar la creación de empleo en el sector privado.

No obstante, cuando se habla de una reforma migratoria integral, la candidata explica su oposición a la iniciativa. "Trabajar en una reforma migratoria no ha funcionado. No es el camino correcto. Si no, ya la tendríamos. Tenemos que asegurar la frontera y alcanzar un programa de trabajo que funcione. Apoyo AgJobs y DREAM Act. Esto comenzará a solucionar el problema", dice.

Consultada frente a la población indocumentada que no se beneficiaría con estos proyectos de ley, Fiorina reconoce que "no es práctico o humano deportar a los millones de inmigrantes que no serían cubiertos. Pero, partir por AgJobs y Dream Act, es un comienzo", sin aventurarse a describir los siguientes pasos.

la candidata incluso ha dado su apoyo a la ley SB1070 de Arizona, sin embargo no cree que afecte su desempeño con los votos hispanos. Precisamente, Alfonso Aguilar, director de Latino Partnership for Conservative Principles, está dirigiendo una campaña para incrementar el voto latino por Fiorina en California, con la campaña "Vota tus valores".

"En el pasado los oponentes de Boxer no han recibido más que un 22% de los votos de hispanos. Nosotros esperamos que eso suba en al menos un 10%", explica.

Una meta difícil de alcanzar de acuerdo al analista político de Brookings Institution, Thomas Mann. "California es un estado demócrata. Fiorina está reforzando sus posiciones políticas conservadores, lo que probablemente no la ayude. Su campaña no ha expandido su llegada entre votantes moderados. Es probable que los hispanos apoyen a Boxer", asegura.

Un acercamiento a los latinos, desde su imagen personal, tampoco se ve muy probable. Consultada respecto a una figura hispana que la haya impresionado en su vida, se enfoca en el área laboral.

"El tema del agua es muy importante en California y me ha tocado conocer a muchas personas hispanas que trabajan en esa área y que encuentro excelentes. [El ex asambleísta] Bob Pacheco, por ejemplo", dice.

Aunque encuestas como la realizada la semana pasada en el estado por Public Policy Institute, ponen a Bárbara Boxer arriba por siete puntos porcentuales, varios expertos insisten en que este periodo electoral se ha caracterizado por ser impredecible.

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