January 26, 2011 | La Opinion | Articulo original

Un discurso con tono político

Si los latinos esperaban que el presidente Barack Obama plantara cara a los republicanos en el tema migratorio en el discurso de ayer, seguramente estarán desilusionados: de casi 7,000 palabras pronunciadas, menos de 200 lidiaron con inmigración y su planteamiento no fue nuevo.

Y, sin embargo, parece haber un cálculo político detrás de la falta de audacia del gobierno de Obama en un tema: la reforma migratoria, sobre el cual hizo promesas tan definitivas en 2008 que ha dejado sin cumplir.

El mandatario se prepara para iniciar su campaña de reelección del año que viene y, con respecto a inmigración, tiene algo a su favor: el extremismo que domina a los republicanos cuando se trata del tema deja a los latinos pocas opciones entre los dos partidos principales.

"Frente al planteamiento republicano de cómo lidiar con el asunto, el Presidente no tiene más que demostrar que se opone a las medidas extremas y dedicarse a otros temas como la economía, política exterior y temas sociales que apelan al interés del latino", dijo David Johnson, asesor republicano de campañas presidenciales.

Pero el primer problema para Obama es que ahora necesitará el voto latino un poquito más que la vez anterior. Quizá mucho más, según un análisis del profesor Matt Barreto, catedrático de ciencias políticas de la Universidad de Washington.

"El apoyo del presidente Obama entre los blancos e independientes ha ido bajando respecto a 2008, por eso los latinos se hacen más importantes. Y al menos dos de los estados de influencia latina, Nevada y Florida, aumentaron en votos del colegio electoral, por lo que resultan más importantes", dijo Barreto.

Nadie cree que los latinos votarán sólo por inmigración. El tema principal del discurso de ayer fue trabajos y economía, y Obama dedicó un amplio espacio a la educación y a la necesidad de reformas que permitan a Estados Unidos producir los profesionales competitivos del futuro.

Al mismo tiempo, aunque el voto es importante, la población latina aún no ha demostrado una influencia definitiva a escala nacional, aunque esto, según algunos, puede comenzar a cambiar en la próxima contienda presidencial.

Alan Hoffenblum, editor de California Target Book, la biblia política del estado y analista político, mencionó que todo indica que con el voto latino en Estados Unidos va a pasar algo similar a lo que ocurrió en California en los años 90.

"Lo que los latinos tienen que hacer en la nación es elegir a más representantes que los escuchen y representen. Como hicieron en California", dijo Hoffenblum. "Por Dios, no hay comparación entre la influencia que este grupo tenía en nuestro estado hace 20 años y la que tiene hoy. Lo mismo pasará en el país, pero más lentamente".

A pesar de todo eso, otros creen que la desilusión del voto latino puede costar caro al Presidente, no porque no sea capaz de seguir ganando un buen porcentaje de ese voto, sino porque mucho va a depender del entusiasmo de esos votantes en estados necesarios para Obama.

"Nadie sabe qué tan entusiasmado estará el voto latino el año que viene, pero no me puedo imaginar que se vea la emoción y la movilización de 2008", señaló Sylvia Manzano, profesora de ciencias políticas de Texas A&M University.

"El tema de los latinos y los partidos es como el que va a una fiesta y lo ignoran; o trata de ir a otra, y abusan de él. Eventualmente no va a querer ir a ninguna ni comprar nada que le venda ninguno de los partidos políticos", agregó la catedrática.

Para muestra, un botón. Menos de 24 horas después del discurso del Presidente, al subcomité de inmigración del comité judicial de la Cámara de Representantes sostendrá una audiencia para lidiar con el tema de ICE en los centros de trabajo. Los principales testigos de la audiencia son dos voceros del grupo restriccionista Center for Immigration Studies.

"Esto no ayuda a los republicanos, más bien ayuda a Obama. Aunque creo que de cómo voten los latinos en 2012 va a depender el futuro de la reforma migratoria puesto que podrían darle una lección no sólo a los republicanos sino a ambos partidos", indicó Hoffenblum.

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